La prueba de sangre que se practica a los recién nacidos llamada tamiz neonatal permite la detección temprana de la sordera y su tratamiento, al igual que contribuye a la búsqueda de trastornos metabólicos, genéticos y del desarrollo, por lo que constituye una valiosa herramienta para prevenir mayores gastos sanitarios.
Aunque el gobierno federal ha dado hasta ayer varias versiones, lo cierto es que los recursos para que los hospitales públicos apliquen la prueba han sido recortados, por lo menos en Morelos.
Las autoridades locales anunciaron casi de inmediato medidas emergentes para garantizar la aplicación del examen, pero se requiere que las autoridades federales ordenen de inmediato la reanudación del flujo de recursos para mantenerlo, porque sólo así se puede cumplir el derecho a la salud de los recién nacidos y además, se evita un gasto sanitario más elevado.
Más allá de demagogias y razones políticas y económicas, lo que se requiere es conservar todo aquello que ha constituido un avance social en éste país, y la prueba de tamiz neonatal está en esa categoría.