La falta de un sistema de pensiones para hacer frente al retiro de miles de trabajadores locales al servicio del gobierno sigue generando problemas.
Hoy, una parte de los trabajadores retirados del subsistema educativo denominado Colegio de Bachilleres padecen por la falta oportuna de pago, pero también por la preocupante circunstancia de que no haya una definición sobre que instancia gubernamental debe hacer frente a los costos totales de las jubilaciones.
Las corporaciones policías, los ayuntamientos, los organismos descentralizados y prácticamente cualquier ente público padece el riesgo de colapsar financieramente a la hora que deba asumir todos sus compromisos laborales con la plantilla que está en edad de ejercer su derecho al retiro.
Se ha mencionado repetidamente en este espacio ese problema, pero hasta ahora no se conocen acciones concretas que permitan afrontar unas obligaciones ineludibles y definitivas en el corto plazo.