El dirigente sindical de los trabajadores al servicio del Poder Legislativo ha señalado lo que es verdaderamente importante en los procesos iniciados contra diferentes políticos que ostentaron cargos públicos: el dinero que desviaron –millones y millones- debe ser recuperado.
En el caso del Congreso local, el daño fue resentido directamente por los trabajadores, que se quedaron sin acceso a créditos y otras prestaciones.
También numerosos proveedores resintieron el daño, lo mismo que pasó en el Poder Ejecutivo, aunque allí en grado superlativo.
Por eso todo debe enfocarse a lo más importante, la recuperación del dinero, la restitución del daño.
Numerosos programas sociales, así como obras y servicios se han frustrado y se puso en riesgo una parte de la operatividad de las instituciones, debido a que el presupuesto de los seis años anteriores fue canalizado al patrimonio de quienes entonces gobernaban.
Esos recursos, miles de millones de pesos, deben ser recuperados.