Más allá de las elevadas tarifas que impone Caminos y Puentes en sus autopistas que cruzan Morelos (lo mismo puede decirse de la autopista Siglo XXI) en los últimos meses se ha hecho costumbre que en algunos de los sitios de cobro de peaje diversos grupos de ciudadanos se apoderen de la vía para permitir el paso de vehículos a cambio de un pago, menor que la cuota oficial pero no mucho.
Más allá del ligero ahorro que logran los conductores, se ignora qué interés son financiados de esa forma y el destino final de ese dinero.
Hay casetas que casi diario sufren la llegada de “manifestantes” que ni siquiera enarbolan consignas pero sí piden dinero.
Y es situación está apenas a un paso del bloqueo de la circulación, por lo que se requiere tomar medidas preventivas que den certeza de que se puede circular sin tomar a sobresaltos.