La protesta realizada ayer por los taxistas que dan servicio en los andenes del centro comercial Adolfo López Mateos exhibe muy bien a ese sector: los prestadores de ese servicio creen que lo que ellos consideran sus derechos están por encima del interés público, y no les importó paralizar el tráfico en una importante zona de la ciudad.
Los taxistas se quejan de lo que llaman competencia desleal de sus homólogos que cobran más barato, mientras ellos se sienten con el derecho de cobrar lo que les da la gana y obligar a los usuarios a utilizar sus servicios.
Lo que hicieron sí viola la ley y los hace candidatos a perder su concesión.
Sin embargo, hasta se dan el lujo de amenazar con realizar nuevos bloqueos.
Los usuarios del transporte público tienen derechos que ellos ignoran, además de que nadie les hace competencia desleal, porque los vehículos que cobran más barato son taxis que disponen de concesión.
Y como ni siquiera existe una lista de tarifas oficiales, no hay obligación de cobrar lo que ellos cobran, pero alguien tiene que explicarles, a efecto de que conozcan las consecuencias de sus actos.