El anuncio hecho por el director general del IMSS en el sentido de que los cargos de delegados de esa institución en los estados serán sometidos a concurso para que se asignen a las personas más calificadas marca un hito en la historia de la burocracia mexicana y debería ser incorporado por los estados y municipios.
Tradicionalmente en este país ha sido necesario contar con amistades dentro de la estructura de gobierno para ocupar las plazas de mayor responsabilidad o las mejor pagadas.
Eso ha permitido que el erario sirva para mantener a mucha gente que carece de méritos y de conocimientos para desempeñar funciones críticas para el desarrollo de México.
Simplemente basta con recordar como la delegación de la Sedesol en Morelos arropó a todos los que fueron figuras claves del PRI local que se quedaron sin trabajo cuando los electores expulsaron a ese partido del gobierno.
La administración pública ganaría si todos los cargos de responsabilidad se otorgaran por concurso, por lo que no queda más que esperar a que haya presión social para que tal premisa se cumpla.