Dentro de los problemas que enfrenta la entidad no se ha considerado uno que se mantiene latente: El asalto a planteles escolares para robar el cableado eléctrico.
Ese delito se ha cometido en escuelas de al menos tres municipios y ha causado graves daños, porque el monto de reposición de lo robado es de varios cientos de miles de pesos, cantidad de la que carecen los planteles afectados, que por otro lado han visto suspendidas total o parcialmente sus actividades, en perjuicio de miles de estudiantes.
El modus operandi de los ladrones hace pensar que se trata de la misma banda y suena lógico pensar que lo obtenido se vende por kilo, pero por la magnitud de la maniobra no puede pasar desapercibido.
La educación es una de las prioridades de la autoridad y los delitos a los que se hace referencia han dañado directamente a la enseñanza pública, por lo que se deben tomar las medidas necesarias para que no haya un caso más, además de resolver los que ya ocurrieron.
Aquellos legisladores que son tan dados a sacarse propuestas de la manga a la menor provocación, bien podrían proponer algo para endurecer las hoy laxas condiciones en que operan los negocios que compran metales de desecho.