Los trabajadores y concesionarios del servicio de transporte público en su modalidad de taxi se han quejado amargamente de la competencia de las plataformas digitales.
Incluso han llegado al extremo de cerrar calles y bloquear edificios públicos para reclamar la cancelación de los servicios alternos.
Sin embargo, poco hacen para ganarse el afecto de los usuarios.
En Cuernavaca la tarifa mínima vigente para ese servicio es de 19 pesos, aunque hace muchos años que no se aplica, pero ahora ha sido llevada a 40 pesos, lo que afecta a los ciudadanos que por distintas razones son usuarios cautivos.
El abuso seguramente propiciará que quienes no utilizan las plataformas que dan servicio de transporte ahora lo hagan, con lo que el taxi tradicional se acerca a su fin, o a ser un servicio residual.
Y es que una tarifa de 40 pesos es inexplicable en un lugar con sobreoferta, donde lo que sobran son taxis y no usuarios.
Esperemos que la libre competencia haga su efecto y quienes hoy abusan del público de esa manera terminen por lamentarlo.