El amplio simulacro que se realizará el próximo lunes en todas las escuelas y oficinas públicas tiene como uno de sus objetivos medirla capacidad de respuesta ante una emergencia y tomar decisiones que permitan actuar de manera más eficiente en casos de desastre.
No debemos olvidar que el simulacro matutino que se realizó el 19 de septiembre de 2017 para conmemorar los sismo de 1985 fue fundamental para que por la tarde se minimizaran los daños a las personas que fueron víctimas de la fuerza de la Naturaleza. En las escuelas y oficinas públicas tenían frescos los movimientos que tenían que seguirse en caso de un temblor.
Eso hace necesario el acatamiento del simulacro del lunes, pues permitirá disponer de una ciudadanía entrenada para hacer frente a un cataclismo.
Y eso, en término de vidas humanas, puede resultar muy valioso, pues disminuiría pérdidas y daños en caso de que algún percance de gran magnitud se presentara.
Y ante la realidad, sabemos que todo puede esperarse y lo mejor es estar preparado.