La autopista Siglo XXI es una importante obra de infraestructura que se construyó luego de varios lustros y ofrece una nueva ruta para transitar en menor tiempo entre el océano Pacífico y el Golfo de México.
Sin embargo, las autoridades federales no le dan la debida importancia, porque tienen hace 25 días que está bloqueada –por segunda vez- en uno de sus tramos importantes sin que se vea el menor interés de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por intervenir.
Probablemente la causa del bloqueo es egoísta. Los ejidatarios de Jojutla que bloquean el paso solo cuidan los intereses de unos cuantos de sus socios y no reconocen que al mismo tiempo dañan la infraestructura carretera de la zona sur, que ahora debe soportar el paso de pesados tráilers que buscan rutas alternas, pero la negligencia de las autoridades responsables de la operación de esa infraestructura también es de escándalo. Aunque la autopista sea operada por un concesionario, es deber del gobierno federal velar por su correcta operación.