Llama la atención la convocatoria hecha por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos a competir en una carrera inusual.
La competencia atlética que se piensa realizar el 6 de junio no implica salir a la calle sino realizar actividad física en los hogares -de modo seguro para evitar contagios de covid-19- y comparar los resultados con los de otros competidores.
Aunque se requiere utiliza alguno de los artilugios que pueden medir y registrar las distancias recorridas, la invitación marca un antes y un después respecto a la larga cuarentena a la que se nos ha pedido someternos para evitar la dispersión del coronavirus.
Hablamos de que esa competencia virtual es la aceptación de nuestra nueva normalidad, en la que el riesgo de contraer la nueva y peligrosa enfermedad nos impide reunirnos pero no implica la renuncia al espíritu de competencia y camaradería que puede lograr con la iniciativa antes citada.
Es de suponer que el resto de los sectores de la sociedad morelense debe entender que se requiere adaptarse a los nuevos tiempos y emprender acciones que normalicen el confinamiento -necesario hasta que haya una vacuna- y permitan realizar una parte de lo que hoy nos perdemos.
Esa es, insistimos, nuestra nueva realidad.