Las comunidades de Tlaltenango, Ocotepec y Chamilpa decidieron ayer suspender sus fiestas patronales o reducirlas a su mínima expresión.
Las medidas seguramente serán una importante contribución al control de la pandemia por covid-19 y ayudarán a que las afectaciones a la economía no se vuelvan mayores.
Sin embargo, hay sectores del comercio y los servicios que reclaman la atención de las autoridades pues se encuentran en un punto crítico y su sobrevivencia está en riesgo, debido a requisitos excesivos en materia sanitaria.
Las consecuencias para la salud provocadas por el coronavirus son enormes y se reflejan en los gastos hospitalarios y los cientos de decesos, pero las secuelas económicas poco a poco comienzan a manifestarse y no son menos graves.
Ambas deben ser atendidas, para que pueda rescatarse lo más posible.