El Congreso del estado en la actual legislatura ha padecido por la falta de una mayoría clara y una ruptura de los partidos que conformaron la coalición ganadora de las pasadas elecciones, lo que ha dificultado la toma de decisiones.
Sin embargo, ahora que nos encontramos en el último tramo de la legislatura se necesitan definiciones importantes sobre todos aquellos pendientes que se han acumulado, en un trabajo que complicó la llegada de la pandemia.
Todo indica que la parte más difícil del momento, la asignación de los cargos de control del Congreso, ha quedado resuelta y solo falta ser votada.
A partir de allí debe darse prisa a sacra el trabajo acumulado, sobre todo porque otras instituciones, como el IMIPE, usan la situación de pretexto para justificar su baja o nula operatividad, lo que daña gravemente a la sociedad morelense.