La persistencia de las lluvias para las próximas horas requiere que la infraestructura de protección civil se mantenga alerta -lo que indudablemente sucederá- para intervenir oportunamente y minimizar los daños causados por los grandes caudales de agua de ríos y barrancas.
Sin embargo, los daños sufridos ayer no fueron, en términos generales, en sitios inesperados, sino en zonas que frecuentemente padecen por las inundaciones, debido a que se trata de asentamientos humanos construidos en lugares inadecuados.
Hasta la fecha no se ha podido adoptar medidas drásticas que disminuyan los efectos dañinos de las lluvias, porque implican conflicto con quienes se resisten a dejar sus viviendas a pesar del peligro que significa habitarlas en temporada de lluvias.
Poco se puede hacer en esos casos, excepto esperar que no haya víctimas, pero quienes sufren esto periódicamente deben reflexionar de su situación, por el alto costo que implica arriesgar la vida varios meses al año.