Los partidos políticos con registro en Morelos ya eran un problema social por sí mismos y ahora que su número se ha duplicado (hasta llegar a 22) seguramente lo hará el número de problemas.
Simplemente el gasto público que representan, y que parece inamovible, cuando aspectos como la salud, la educación y la seguridad requieren de mayores recursos que no existen.
Para colmo, la casi totalidad de los nuevos partidos no representan novedades sino que detrás de su creación se encuentran personajes demasiado vistos cuya mala reputación los excluyó de las siglas por las que buscaban mantener sus prebendas.
Esperemos que en el proceso electoral que se avecina el juicio de la ciudadanía sea contundente y de 22 partidos solo queden los necesarios. Para esto, por supuesto, se requiere acudir a las urnas de una manera informada.