La acción gubernamental del martes se extendió a la madrugada de ayer, luego de que otro grupo violento trató de liberar a sus compañeros detenidos en la caseta de cobro que mantenían bajo su control para extorsionar a los conductores de vehículos.
Esos grupos se habían convertido en un grave problema social que afectaba no solo a los automovilistas sino a los usuarios del transporte público que deben cruzar forzadamente por los tramos de la autopista del Sol que cruzan la entidad.
La impunidad que les otorgó el no ser molestados por sus acciones les llevó a elevar el grado de violencia de sus coacciones, pero finalmente las autoridades estatales han puesto fin a tan lamentables acontecimientos.
Ahora se requiere de que todos los ciudadanos que fueron afectados por los violentos inicien sus denuncias ante las autoridades adecuadas, a fin de garantizar el procesamiento de los agresores, lo que puede servir de ejemplo para otros grupos u organizaciones que quieran repetir ese tipo de conductas dañinas.