Parece que se da en mal momento la mejora de la entidad en lo que respecta a contagios y hospitalizaciones.
Al igual que el vecino estado de Guerrero, Morelos estará a partir del lunes en semáforo amarillo, en contraste con las entidades vecinas, que siguen en naranja.
Lo anterior ocurre en plenas vacaciones de semana santa, lo que puede ser un incentivo para una movilización desbocada que termine en la expansión sin medida de los contagios.
Las autoridades estatales han señalado que se exigirá el cumplimiento de todas las medidas de protección a los ciudadanos en general, sin importar su procedencia, pero es mejor que los morelenses prediquemos con el ejemplo para que así quienes nos visiten actúan de forma congruente.
La infección fuera de control no solo significa dolor y muerte, sino un daño directo a la economía que con muchas dificultades se trata de reanimar.