Las desapariciones forzadas se han convertido en un enorme problema de la sociedad mexicana que en Morelos tiene su propio reflejo, como quedó nuevamente de manifiesto ayer, cuando en ocasión del día de las madres diversos colectivos se movilizaron por los hijos e hijas ausentes.
La comisión creada exprofeso aún no es lo suficientemente operativa como para dar respuesta eficaz al grave problema.
El de desaparición forzada es uno de los peores delitos de los que una persona puede ser víctima, por la forma en que castiga a la familia, que vive en la incertidumbre de que quienes resultan afectados por tal acción viven o han muerto.
Solo pueden aferrarse a la esperanza, pero si se mejoran los métodos y las instituciones que ya existen, esa esperanza crecerá porque hace más creíble que pueda llegar pronto el hallazgo de los ausentes.