La decisión de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de echar abajo el triunfo de Alejandra Flores Espinoza en la diputación por el primer distrito local tendrá enormes repercusiones para la configuración de la próxima legislatura, que está a nueve días de entrar en funciones.
Como prácticamente todo la que ocurre en Morelos, la judicialización del proceso alcanzará puntos máximos y las aristas de cada movimiento generarán a su vez nuevas reacciones, pero todo es de esperarse que todo se resuelva antes del primero de septiembre.
El problema no es la espera y la naturaleza de las decisiones que tome la sala superior del TEPJF, sino la actitud que adoptarán quienes no vean satisfechos sus reclamos.
Aunque la poca representatividad de la mayoría de los partidos políticos descarta movilizaciones masivas, quizá no falte algún grupo pequeño que opte por cerrar carreteras o calles para tratar de torcer el rumbo de la justicia, sin importarle el daño que cause a los demás.