La noche del domingo, un grupo de estudiantes de la escuela Normal de Amilcingo armadas con palos y tubos tomaron por asalto una terminal de autobuses y obligaron a los choferes que allí se encontraban a manejar hacia el plantel, donde ya tienen secuestrados otros vehículos.
La Policía frustró en parte la acción delictiva pero un autobús quedó en poder de las alumnas, que han revivido las viejas prácticas que las hicieron tristemente famosas.
En el incidente del domingo hablamos de que se cometió una serie de delitos graves, que no deberían quedar impunes y que incluyen el saqueo de camiones y camionetas repartidoras de toda clase de productos de consumo.
Una vez más, la Normal de Amilcingo ha cruzado una peligrosa línea roja que daña a toda la sociedad de la que forman parte.