Aunque el covid no ha dejado de ser uno de los grandes problemas de la entidad, las lluvias han pasado a tener protagonismo luego de que lamentablemente al menos cuatro personas perdieron la vida en el municipio de Tlayacapan a consecuencia de las corrientes que llenaron la zona de barrancas de aquel lugar.
La infraestructura urbana fue insuficiente, aunque el primer embate de las aguas, la mañana del jueves, parecía controlable, pues apenas hubo desperfectos por ese motivo.
Todo esto ha mostrado que la protección de la infraestructura existente es prioritaria para garantizar el patrimonio y la vida de las personas.
Por lo pronto, la solidaridad de los ciudadanos puede acelerar el proceso de recuperación individual y colectiva de quienes han resultado afectados.
Ojalá que sobren los ejemplos de generosidad.