Los integrantes de la actual legislatura exhibieron ayer plenamente a sus antecesores, que por años se negaron a aprobar leyes y reformas bajo todo tipo de pretextos, pero que ahora sabemos en realidad era falta de voluntad o mala fe.
En le caso de las reformas para crear el sistema de justicia laboral apenas hay tiempo para cumplir con los plazos constitucionales, pero ya se comenzó a avanzar en la dirección correcta.
En el caso de la reforma que permite el cambio de identidad de las personas transexuales quedó de manifiesto que fueron motivos religiosos los que impedían ese derecho de una minoría.
De hecho, en ese tema Morelos ni siquiera está a la vanguardia, sino que es ya el estado número 15 en realizar esos cambios.
Es difícil fincar responsabilidades a quienes ocurrieron en las lamentables omisiones, pero al menos la sociedad ha sancionado en las urnas esas conductas.
Esperemos que el Congreso local mantenga la ruta actual y deje de ser el lastre en que se convirtió en los dos últimos trienios.