La situación financiera de la Universidad Autónoma del estado de Morelos es nuevamente crítica, al agotarse los recursos presupuestales mucho antes de que finalice el año debido al déficit estructural que arrastra desde hace más de un lustro.
Las opciones planteadas para cubrir los pagos salariales de diciembre suenan viables excepto por el costo que puede significar -una vez más- dejar de cubrir conceptos tan importantes como el pago de impuestos.
Los legisladores federales que representan a Morelos deben actuar con el regionalismo que el caso amerita, para que planteen el escenario real que vive la universidad, una institución que a pesar de las graves carencias se ubica entre las diez mejores de su tipo en el país por sus parámetros de calidad.
Urge encontrar una solución definitiva, porque lo que está en juego es la máxima institución de enseñanza superior de Morelos. NI más ni menos.