El inicio ayer del programa comercial denominado Buen Fin busca desde su creación incentivar la compra de toda clase de artículos, principalmente mediante tarjeta bancaria, cuyo pago en plazos sin intereses es el principal atractivo que se ofrece a los consumidores.
La estrategia comercial en torno a la campaña es muy potente y los comercios al margen de la bancarización también han quedado apartados de los beneficios que puede acarrear.
Sin embargo, el confinamiento impuesto por la pandemia ha provocado un nuevo escenario, en el que la gente tratará de escapar de las limitaciones la movilidad que se prologan ya tantos meses, por lo que es posible que haya compradores de todos los estratos sociales, lo que puede beneficiar incluso a los pequeños negocios.
Aunque de la promoción no habrá estadísticas exactas, si se puede entender el escenario del 2021 podría ser posible en años posteriores dar a la promoción un enfoque más específico para que ningún establecimiento comercial quede al margen de la derrama económica que la temporada dejará.