El subsecretario de Salud de la comuna capitalina, Alberto Chávez Martínez, ha llamado la atención de un hecho relevante ligado a la pandemia: los festejos de fieles difuntos no han provocado una nueva ola de contagios, al menos en Cuernavaca.
El periodo de incubación de la enfermedad que desde hace más de un año y medio nos obliga a confinarnos y a limitar nuestras actividades es de un máximo de 14 días, por lo que ya se puede señalar con certeza que no hubo brotes masivos derivados de las aglomeraciones de esas fechas.
También las cifras de mortalidad, aunque se mantienen, son relativamente bajas, por fortuna.
De mantenerse esa tendencia sería un triunfo de la parte de la sociedad que cumple con los protocolos sanitarios, aunque ese éxito se logra a pesar de aquellas personas que de manera irresponsable evitan usar el cubrebocas y el resto de medidas destinadas a mantener a raya la terrible pandemia.