La entrada de la temporada de frío- a la espera del invierno, dentro de poco más de un mes- crea nuevas condiciones de riesgo para una parte de la población en condiciones vulnerables, no solo por cuestiones de salud sino también de pobreza.
Adicionalmente, el virus que ha propiciado la pandemia se reproduce con mayor facilidad en este clima, al igual que el de la influenza y el de la gripe.
Las medidas preventivas que deben tomarse son simples, pero no se deben descuidar.
Por supuesto, la pobreza constituye un riesgo adicional porque significa no disponer de una protección adecuada.
Es, en pocas palabras, un reto que debe asumirse de inmediato para evitar complicaciones en la ya difícil situación causada por el coronavirus que nos agobia.