La situación política en Xoxocotla no deja de complicarse cada día, en lo que parece otro efecto indeseado de la reforma constitucional que con fines electoreros permitió en el gobierno anterior crear a la ligera los municipios indígenas.
Con la esperanza de que las principales comunidades indígenas de Morelos dieran su voto al entonces candidato del Partido de la Revolución Democrática se permitió constituir nuevos municipios con el mínimo de requisitos y casi sin formalidades.
La maniobra para reunir sufragios fracasó pero no así la conformación de las nuevas entidades políticas, que han demostrado tener una reducida cultura democrática y solo se amparan en los llamadas usos y costumbres para operar de forma veleidosa, pero sin objetivos de gobierno claros más allá de hacer prevalecer a alguno de los grupos de poder.
Hoy Xoxocotla carece de alcalde y vive una disputa entre los interesados en ocupar el puesto pero al mismo tiempo es víctima de la delincuencia que no se puede combatir por la falta de los recursos necesarios.
Por lo pronto se requiere recuperar la institucionalidad y reforzar el orden, como forma de evitar males mayores a los que ya se padecen.