Aunque son datos previos al análisis final, diversos organismos empresariales han manifestado que la temporada vacacional en la que nos encontramos ha traído un repunte en las ventas y en general de la actividad empresarial.
Lo anterior resulta satisfactorio porque los esfuerzos de los propietarios de negocios de bienes y servicios han comenzado a rendir frutos luego de dos años de duro castigo debido al confinamiento al que obligó la pandemia.
También reivindica la vocación turística de la entidad y su fragilidad ante los cambios estacionales de esa actividad, una estacionalidad de la que debemos liberarnos a través de una oferta de calidad que haga atractiva a nuestra tierra todo el año.
Pero por lo pronto, la recuperación comienza a dejar de ser incipiente para consolidarse, con todo lo que eso significa no solo para el presente, sino para el futuro inmediato.