Apenas el 40 por ciento de los poco más de cien mil niños y adolescentes que tienen entre 12 y 14 años de edad acudieron a inmunizarse contra el covid a pesar de la amplia jornada especial que se preparó para ellos.
En las últimas semanas diversas investigaciones científicas han puesto de relieve la enorme variedad de secuelas que puede dejar la enfermedad en las personas de cualquier edad que no están vacunadas.
También resulta notable que el clamor en diversos grupos sociales por la falta de inmunización a los menores de edad haya desembocado en las jornadas especiales que ayer concluyeron con escasa asistencia.
Debe alabarse la actitud de los padres de familia que responsablemente llevaron a sus hijos a vacunar, pero aquellos que no lo hicieron deben entender el enorme mal que le han hecho a sus vástagos, los que han dejado a merced de una enfermedad cuyos efectos totales no se conocen bien, lo que significa que cualquiera de esos niños y jóvenes pueden estar en grave riesgo.