Lamentablemente la ley debe cumplirse y ante los errores cometidos en la comisión del trabajo de la pasada legislatura no ha quedado más camino que autorizar el pago de una jugosa pensión a quien fuera secretario de Hacienda del desastroso sexenio anterior y a pesar de que en el trámite de esa prestación se hayan incumplido los requisitos.
La misma ley da la oportunidad a los responsables de esa y otras fallas de eludir su responsabilidad, mientras que los ciudadanos deberán hacer frente a las consecuencias, en este caso el pago de más de cincuenta mil pesos al mes por el resto de la vida del beneficiario.
Si el dinero abundara… pero es justamente lo que menos hay para atender las necesidades más urgentes de la sociedad, por lo que la decisión -obligada- de ayer no deja de ser ofensiva.