Como ya se dijo repetidas veces, tener 20 o 30 diputado no ha marcado ninguna diferencia para la sociedad morelense, pero sí para los partidos políticos, que ahora tienen menos cargos qué repartirse, por lo que el interés por regresar a tres decenas de curules no trae ningún tipo de beneficio social, sino solo a los grupos que se las ingenian para llegar al Congreso desde las urnas, ya sea por medios directos o indirectos.
Ni un solo peso se ha ahorrado con los actuales veinte diputados, pero no dudamos que el presupuesto del Poder Legislativo se incrementará si hay más curules.
La prisa por aprobar una reforma sobre el tema carece de justificación. Al votar por una medida de esa naturaleza los legisladores exhibirán más su alejamiento de sus votantes, algo que sus antecesores pagaron con dureza en las elecciones.