Ley Estatal para la Declaración Especial de Ausencia de Personas Desaparecidas que ya está en vigor viene a llenar un importante vacío legal que había sido un quebradero de cabeza para las miles de personas que sufren el dolor de tener un familiar desaparecido.
Ese terrible delito deja marcas enormes en la vida de las personas que no lo sufren de manera directa.
El complejo entramado jurídico que rodea a una persona parece cerrarse cuando esta desaparece y pone en riesgo la sobrevivencia de sus dependientes o al menos impide el ejercicio de incontables derechos por el limbo en el que queda la persona desaparecida: se encuentra ausente pero para la ley no está muerta y eso conculca muchos de los derechos de quienes viven en su entorno.
Confiemos en que la nueva legislación sea fácil de aplicar y no origine nuevos calvarios para quienes ya padecen uno verdaderamente enorme.