El “puente” vacacional que se aproxima es una nueva oportunidad para reactivar la economía de Morelos y comenzar a consolidar un crecimiento que la sociedad reclama para dejar atrás los efectos perniciosos de la pandemia.
Por supuesto, la competencia que ejercen los destinos de playa, especialmente Acapulco, es enorme, pero corresponde a los prestadores de servicios afinar su oferta para retener a los viajeros.
Eso quiere decir que el alcohol no puede ser la base de la oferta, sino el buen trato y la calidad del servicio.
Pero todo está ligado: las carreteras, el transporte público, los servicios de seguridad y auxilio, el comercio y en general la actitud de la población, por lo que no queda más que colaborar todos desde la actividad que cada quien realice.
La recuperación económica es una cuestión delicada que corresponde hacer lo miso a la autoridad que al empresario y al ciudadano en general.