Con la muerte de la diputada local Gabriela Marín Sánchez la política en Morelos ha tomado un giro terrible e inesperado.
No solo se ha cometido un feminicidio -así lo clasificó anoche el fiscal Uriel Carmona Gándara- sino que se ha atentado contra las instituciones, contra el Poder Legislativo.
La Fiscalía tiene la enorme responsabilidad de esclarecer los hechos, sobre las que ya se tienen imágenes parciales de uno de los hombres que participaron en el terrible homicidio.
No es el primer asesinato político de la entidad, aunque la influencia de esas deleznables acciones se limitaba a determinadas regiones de Morelos, mientras que el crimen de ayer impacta a todo el estado y tiene consecuencias de larga duración.
Por eso debe esclarecerse a la brevedad, sin que queden cabos sueltos.