Como siempre, el Poder Judicial federal ha frenado excesos cometidos por autoridades menores que ponían en riesgo las libertades duramente conquistadas.
Por razones que deberían explicarse en detalle por parte de las autoridades responsables, municipios como el de Tepoztlán se dieron el lujo de poner como una falta administrativa merecedora de multa “deambular por las calles de forma sospechosa”.
Es un exceso producto de la falta de vigilancia ciudadana, que solo fue detectada por los mecanismos que el gobierno federal y otras instituciones han creado al respecto.
Enhorabuena por esa decisión.
Ahora el Congreso deberá estar alerta para que no convalide ese tipo de conductas de parte de los alcaldes morelenses.