El inusual proceso judicial que dotó de derechos al río Apatlaco avanza lenta pero implacablemente y dentro de un plazo quizá indefinido pero no tan lejano las autoridades municipales por cuyos territorios transcurre el afluente de mayor longitud de la entidad tendrán problemas para conservar sus cargos si hacen caso omiso a los requerimientos.
El simple paso del tiempo ha modificado las circunstancias en favor de uno de los municipios emplazados, Puente de Ixtla, que al perder el territorio que hoy corresponde a Xoxocotla ha dejado de tener vela en el entierro para ceder su lugar al municipio indígena.
El responsable de la Comisión Estatal del Agua reconoce que es una tarea titánica, de decenas de años, acabar con las descargas directas de aguas residuales al Apatlaco, pero conmina a hacerlo porque tarde o temprano debe iniciarse esa tarea.