No tuvo ninguna manifestación política ni ideológica: el cierre durante varias horas del paso exprés solo fue para que los profesores guerrerenses que se encaminan a la Ciudad de México se hicieran notar.
Decenas de miles de personas, quizá cientos de miles, vieron drásticamente alterada su vida, porque no pudieron llegar a su destino.
Es lamentable que fueron personas con formación académica las que realizaron esa innecesaria y dañina demostración de fuerza.
Para colmo, se utilizó un día emblemático para la actividad económica: el arranque del programa de descuentos llamado El Buen Fin y el inicio del fin de semana largo al que prestadores de servicios y comerciantes apuestan su capital y parte de su futuro.
Fue una demostración -reiteramos- innecesaria y dañina que ojalá no se vuelva a repetir.