Con toda claridad se ve la intencionalidad del grupo de legisladores que controlan el Congreso y quieren hacerse con el control de todas las instituciones a su alcance.
Lo mismo pretenden nombrar nuevos magistrados por procedimientos acortados y más arbitrarios aún que los que ya existen que intentar por segunda vez apoderarse de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) para evitar que las gestiones de los municipios que varios de ellos manejaron en el trienio anterior sean revisados en sus finanzas.
Como si fueran entes superiores al resto de los morelenses, los diputados -al menos quince de ellos- pretenden asignarse de manera discrecional el presupuesto, no solo para ellos, sino directamente para sus familiares e incurren en excesos que se quedan cortos ante cualquier parodia hecha por el cine nacional.
Todo eso a pesar de que se compromete no solo el futuro sino el mismo presente de la población del Estados de Morelos.