Más que remordimiento de conciencia, la actitud de algunos diputados por enmendar uno de sus terribles excesos (que no errores) habla de un profundo desprecio por la ciudadanía a la que se supone representan.
Luego de nombrar como magistrada presidenta del Tribunal de Justicia para Adolescentes a una persona brillante pero sin el perfil profesional requerido, los diputados pretenden exigir ahora que se garantice que quien ocupe el cargo tenga una experiencia comprobable en el tema que deberá atender, pero la medida solo se podrá exigir hasta dentro de poco menos de 14 años, que es cuando la citada magistratura volverá a estar vacante.
Soberbia e ignorancia unidas terminan por producir -una vez más la peor legislatura de la Historia, pero con el agravante de que los anteriores diputados se llevaron ese triste título a su casa cuando completaron su ciclo de tres años, pero los actuales legisladores lo han logrado en apenas su primer año en funciones.
Tienen dos años para profundizar el daño que causan al pueblo de Morelos. Las elecciones, en las que la ciudadanía se cobrará los agravios, siguen aún distantes.