Los diputados locales han excluido a toda la sociedad de sus decisiones en cualquier materia. Solo el miedo a ser sancionados por el Poder Judicial federal les ha obligado a aprobar determinados temas fuera de su agenda.
Pero ahora el empresariado a través de sus organizaciones más emblemáticas hizo pública su postura de participar en algo tan importante como la reforma electoral que proyectan los diputados y sobre la que hay serias dudas de imparcialidad y transparencia.
La postura del sindicato patronal, sin embargo, es una manifestación clara de una parte de la sociedad organizada que por fin exige participar del proceso legislativo. Los aludidos pueden ignorar ese reclamo, pero cada vez les resultará más caro hacerlo, porque ahora sí sus antagonistas comienzan a tener rostro.