En su dramático informe sobre los feminicidios en la entidad, la Comisión Independiente de Derechos Humanos lanzó un duro señalamiento contra el Congreso local y exhibió la farsa de quienes controlan el Poder Legislativo y el falso compromiso con el combate a la violencia extrema que sufren las mujeres.
Se habló de la comisión especializada para atender los temas relacionados con el feminicidio y se dijo que carece de objetivos claros, una forma benigna de señalar que es una simulación, ya que ni siquiera ha tenido tiempo para abordar allí el asesinato de una diputada ocurrido hace menos de un año.
Quienes conducen el Congreso local se han ganado a pulso haber construido la peor legislatura de la historia, un denigrante título que antes “se concedía” cada tres años, pero que ahora, a menos de la mitad de su tiempo de gestión se puede asignar sin ninguna duda.