Los sexenios anteriores la que fuera Secretaría de Comunicaciones y Transportes (hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes) dejó enormes deudas con la sociedad morelense. Quizá la más conocida de todas, pero no la única, fue el cúmulo de fallas en la construcción del paso exprés, que tantas vidas se ha cobrado.
Pero otro de esos pesados fardos tiene varios lustros ya: el proceso incompleto para indemnizar a ejidatarios y comuneros afectados por la construcción de la autopista Siglo XXI.
Ya son periódicas -pero no por eso menos dañinas- las protestas de los inconformes que reclaman al gobierno federal el pago que consideran justo por sus tierras.
Ayer la SICT se anotó un punto negativo más, cuando en plena temporada vacacional se vivieron enormes embotellamientos por otra protesta causada por su ineficiencia.
Esperemos que finalmente la secretaría mencionada tome cartas en el asunto y deje de hacer sufrir a los morelenses.