De nueva cuenta los horrorosos hechos de sangre ocurridos en Huitzilac sacan a relucir la terrible realidad de ese municipio, en manos de la delincuencia y un riesgo permanente para quien cruza por ese territorio.
Su excelente clima y sus bellos paisajes han sido la trampa mortal que ha atraído a innumerables víctimas a las manos de gente sin piedad que no solo los despoja de sus bienes y de su dignidad, sino de la vida.
A pesar de que todo eso es de conocimiento público, no se ha actuado para llevar ante la justicia a los responsables de terribles crímenes que periódicamente conmocionan a la sociedad, como el de los tres jóvenes que confiadamente llegaron a Tres Marías sin saber lo que les esperaba.