Lo que el G-15 pretende realizar -en otra de sus villanías- a la hora de elegir a los titulares de las magistraturas vacantes es brindar protección a personajes indeseables pero también configurar un sistema de justicia ajeno a la sociedad morelense que perdurará al menos 14 años, si logran salirse con la suya.
Qué perjudicial ha resultado para la entidad la legislatura que corre, a la que cada vez le queda menos tiempo pero que dispone de un potencial enorme para dañar los intereses públicos.
No hay nada que se salve de caer en las manos de los diputados que dirigen el Congreso y de las comparsas que les ayudan a completar esos nefastos quince votos.
La pasividad que la ciudadanía ha mostrado ante tantos excesos les ha permitido actuar con impunidad y eso les ha hecho posible diseñar esquemas legales que les permitan enfrentar el más que cantado desprecio en las urnas.
Sí eso ocurre, nadie de los que nada hacen podrá quejarse, porque el silencio es cómplice de todos los abusos aquí señalados y documentados.