Las autoridades de salud han lanzado un llamado a los ayuntamientos para que la lucha contra el mosco transmisor del dengue y otras enfermedades sea coordinada y se eviten dispendios de recursos, pero sobre todo, para que no se incurra en medidas que pueden ser contraproducentes para el fin que se persigue.
Los llamados de alarma de la población en diversas zonas en las que se han presentado brotes de dengue llevaron a varios municipios a establecer sus propios programas de fumigación, pero sin contar con la asesoría adecuada.
Eso seguramente provocó que se usaran insecticidas inapropiados para combatir el mosquito o de riesgo para la fauna local.
Aunque puede ser entendible las reacciones de las autoridades municipales, se requiere restablecer la coordinación con los encargados sanitarios que combaten la proliferación de esa enfermedad, porque perder la efectividad de lo que se ha hecho puede ser una de las consecuencias.
Por su parte, las autoridades de salud han ofrecido una intervención más rápida y efectiva en los brotes, pero piden ayuda en las medidas preventivas, para evitar criaderos de moscos.
La delimitación de responsabilidades debe ir acompañada de un incremento del diálogo y la cooperación, para impedir escenarios como el que hace dos sexenios provocaron un problema de salud pública.