La detención de la fiscal contra feminicidios por parte de la Fiscalía de la Ciudad de México vino acompañada de una nueva orden de aprehensión contra el fiscal general, ahora por la grave acusación de feminicidio en calidad de auxiliador.
Se infiere que con este giro del caso la situación se ha complicado al grado de que definitivamente está imposibilitado para cumplir con sus funciones.
No es entendible si el Congreso local mantiene su actitud y evita activar el mecanismo para sustituir al titular de la institución encargada de procurar justicia.
De por sí casi el cien por ciento de los delitos que se denuncian permanecen impunes, por lo que esa escuálida efectividad seguramente se ha reducido, en perjuicio de la sociedad morelense.