Luego de que las lluvias colapsaran la red de drenaje en la avenida Universidad y obligaran a su sustitución, el cierre de esa transitada vialidad ha ocasionado numerosos problemas de comunicación que podrían mejorarse sí los ciudadanos cooperaran un poco.
Es más que obvio que se trata de una situación emergente y necesaria y que los beneficios compensan las molestias, sobre todo porque se rehabilita el acceso más importante a sitios con tanta población como el campus Chamilpa de la UAEM, el Instituto nacional de Salud Pública y el campus de la UNAM, sin mencionar a las numerosas y pobladas colonias de la zona.
La falta de civismo explica que haya personas que bloquean con sus autos estacionados las escasas vías alternas y generan caos porque se comportan como si no fuera necesario usar esas calles laterales para que transite el transporte público.
Un poco de conciencia puede aliviar, aunque sea un poco, el sufrimiento colectivo.