Ayer de nueva cuenta las personas que requieren utilizar la autopista que va de la ciudad de México al puerto de Acapulco fueron víctimas de las omisiones de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (la antigua SCT), a la que ejidatarios de Chipitlán reclaman el pago adeudado desde 2015 por el uso de sus tierras.
La citada dependencia federal ha sido un quebradero de cabeza para los morelenses. No solo por la mala calidad de muchas de las obras que en distintas épocas ha ejecutado en Morelos, sino por los incumplimientos en que sistemáticamente incurre y que generan inquietud social y agresivas respuestas de los perjudicados.
Habrá que evaluar el costo económico que esas fallas han tenido para la economía local, pero seguramente serán cifras impactantes que quienes tienen a su cargo a la SICT ni siquiera contemplan.