El eclipse solar que ocurrirá mañana constituye un maravilloso espectáculo de la Naturaleza pero también un riesgo de ceguera si se observa de manera directa.
Corresponde a las autoridades en todos los niveles alertar del peligro para la visión, a fin de hacer conciencia de que el eclipse debe admirarse con el equipamiento adecuado o de manera indirecta si se carece de él.
Aunque el ocultamiento del disco solar no será de la magnitud alcanzada en el fenómeno que se presentó en 1991, ver la llegada de la penumbra será emocionante e instructivo. Una clase de Ciencia de amplia difusión.
Para que el saldo de la observación sea positivo debemos tomar conciencia de los riesgos y la necesidad de advertirlo, sobre todo a los menores de edad.