Las protestas desatadas en el norte de la ciudad por la muerte de un joven a manos de un universitario que manejaba ebrio han coincidido con la búsqueda de mayor seguridad en las zonas donde se ubican las unidades académicas de la UAEM.
La Policía de Cuernavaca determinó realizar el operativo para detectar a conductores ebrios en torno al campus Chamilpa de la UAEM, para contrarrestar la abundancia de negocios que venden bebidas embriagantes.
Seguramente eso contribuirá a reducir el riesgo de que un conductor ebrio protagonice dolorosos percances como el que privó de la vida al joven Leonardo, pero para que funcione se requiere de la colaboración de toda la sociedad.
Ojalá que quienes integran la comunidad universitaria tomen conciencia de la situación y asuman sus responsabilidades, sabedores ahora de las consecuencias de incumplir los deberes cívicos así sea por un momento de relajación.